"Después de meses de tratamiento, ya se encontraba en casa, debilitada y sin fuerzas.
Una noche de esa misma semana, sin poder dormir, se levantó decidida a dedicarse unos minutos a su aspecto, se sentó frente al espejo y encendió la luz y sin poderlo evitar se llevó la mano a la cabeza, ya no estaba su pelo, su negro azabache se había ido, pero el doctor le había dicho que no temiera, que le crecería de nuevo... Se comenzó a desnudar poco a poco, su respiración empezó a acelerarse, y lloró al verse de nuevo... Gritó, maldijo, sollozó... Su pecho derecho lo había perdido, es que con tan solo 22 años Ruth había pasado por un auténtico infierno."
La caída de un mundo en tres semanas
-
Cuando piensas en África, te vienen a la cabeza imágenes de pobreza, de
desesperación. Imaginas a niños muertos de hambre que necesitan ser
rescatados. ...
M'agrada moltíssim, Belén. Tot i que només elles saben com es viu aquesta situació..., un grit al món des de la literatura sempre serà un llum d'esperança per a consienciar al món, sense dubte!!! Enhorabona!!!
ResponElimina